14 oct 2007
CENTINELA
Recién después
del desbocado ritual
por la locura,
del tratar de alcanzar
el desenfreno;
tras el gemido exhausto,
casi muerte;
después del beso blando
y la caricia,
acomodando cuerpos
en dulzura,
del juego en tu cabello
y al oído,
te doblegó el sueño
entre mis brazos.
Y tu belleza inocente
se hizo estrella
que amedrentó todo intento
de caricia.
Recién al resplandor
de tu hermosura inerme,
centinela de amor,
fui de verdad
el rey del universo.
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