NOCHE EN SILENCIO

Mi noche sin tu voz
se va quedando sin plumas;
tus sílabas ausentes
se hacen rasgar de motores
por las calles.
Y espero,
por si llegan de la nada,
de ese viaje
al que robaste el rostro.

Sólo recibo
interludios de silencio
en sobres de oscuridad.
La ausencia de tu voz
lo moja todo,
lo hincha todo
hasta el más absurdo vacío;
deja todo intangible
en la distancia,
y ya no hay brazos
que alcancen
no hay oídos
donde filtrar la música.

Mi noche sin tu acento
ha degollado todos los colores,
muestra los dientes,
belicosa;
hecha misil de desgracia;
mi noche sin siquiera
tu más mínima palabra
es una misión - condena
sin retorno
a la luna espectral
de los mendigos.

CONSUELO

Dame tu mano,
no llores;
estoy aquí,
te acompaño.
Pero si quieres
llora;
estoy aquí
para ti,
para que ninguna noche
te sea oscura en exceso;
ningún viento te traiga
mucho frío.
Nada.
No digas nada,
calla
si quieres,
nada diré yo
tampoco,
solo estoy.
Cuenta conmigo,
para tu soledad dura;
para escuchar,
cada reclamo y queja;
para estrecharte
si estás débil;
dibujándote soles
en la lluvia,
fingiéndote alboradas
en tu noche.
Mi vida
hecha cenizas solo sirve
para calmar heridas,
acoger otros llantos,
para acunar
a otras almas.

A LA QUE SE FUE

Te has ido
te marchas,
pues seré,
la hebra de verdura
que no puedes sacar
de entre tus dientes,
el grano de maicillo
entre los dedos de tus pies;
el nombre de la canción
que se te escapa,
seré
el fósforo que se quiebra
y que no prende
el borde de baldosa
que te hace tropezar
en garabatos
el número que no contesta
la página trabada
en el PC.
Seré
el hoyo en la media
y el vacío de la última galleta,
la hilacha rebelde en tu vestido,
la espinilla brotando
en tu nariz,
el paraguas olvidado
y la punta maldita
que deshilacha el chaleco.
Seré
el billete arrugado
que se oculta tenaz
en tu cartera,
la espera que no llega,
el chicle
pegado a tu zapato
y la picazón repentina
en la entrepierna.
Seré
la nostalgia de los guantes,
el traspié
por el envión del metro,
la basura en el lente
de contacto
y el sorbo postrero
de café.
Seré
el despertador
que no se apaga,
la ducha caliente
interrumpida,
la espalda del abrazo
que se marcha
y el tono ocupado
en el teléfono.
Seré
la mancha en tu pechera,
el calor de la tostada,
el bolígrafo negándose
a escribir,
la vela de torta que te quema
y el sabor perdiéndose
en la boca.
Seré
el palito de helado
que no hay donde tirar,
la punta del lápiz
que se quiebra,
el olor al paso
de una pastelería
el borde trizado
de la uña
y el estornudo
que se niega a salir.
Seré
El aroma sugerente
que se apaga,
la escasa y última hoja
del rollo de confort,
la toalla
que se mojó en la punta,
y el blanco en el papel
donde escribiste.
Seré
la miel
que te chorreó los dedos,
la mancha de vino
en el mantel,
el remedio de la caja vacía
y el grumo de sal
en tu ensalada
Seré
la moto a medianoche
que te interrumpe el sueño,
el recuerdo
de la postrera música.
Este pobre huevón
será en todo tu desdén,
en todo tu asco,
será en cada aprensión
cada desvelo
será en cada esperar,
la ironía que se cuela
entre tus grietas.

HAIKUS DEL DESENGAÑO

Porque tus ojos
buscaban otros ojos
bajé la vista

Como tu boca
soñaba en otros labios
cerré la mía

Ya que tus manos
querían primaveras
nublé mis días

y desvestí mis ramas
te las mostré vacías

Vuelvo al invierno
la nieve en mi cabeza
cae más fría

ESPERA INUTIL

Medianoche y espero
no se bien qué
tu llegada, mi muerte
amor tal vez
medianoche y silencio
nada se ve

El rasgar de los autos
pinta su afán
mensaje que no llega
luz que se va
espera despeñada
cruel tobogán

Medianoche y espero
cuándo vendrá
será de amanecida?
será nunca jamás?
silencio y medianoche
vano esperar

Espera perforada
en el corazón
clavado en tu insectario
turbio temblor
medianoche-abandono
mi espera y yo

YA NO QUERIA

Acaricié su espalda estremecida
y le enjugué de lágrimas
el rostro,
le besé largo los labios,
y pestañas
pero ya conmigo
no quería.
Reconocí mis fallos,
y miserias,
recogí sus injurias
a porfía,
la abracé como sólo
un hombre puede,
pero en su penar ya,
no quería.
Y me marché llorando
muy adentro,
ni una lágrima cruzó
por mis mejillas;
vacío en un alma
de hombre solo.
Porque esa noche quise
darle amor
mas pese a mis empeños
y caricias,
me clausuró las puertas
para siempre
diciéndome que ya,
no me quería.

SIN TI

Remataste de un portazo
el horizonte
llevándote mi música
en tus piernas.
Contra el eco mordaz
eviscerado
reloj sin baterías
en suspenso,
gesto metálico
que evoca
y quiere cantar
otro minuto,
suspiro mi derrota
y en hastío
aspiro fuerte la tarde
hecha colilla.

EL CONCHO DEL VASO

Bebí de sólo un sorbo
nuestra historia
de un envión paladeé
triunfo y desgracia
burbujas de placer
lágrimas sordas.

Cuantos años? No se
solo un sorber
y me quedó la lengua
tan amarga
cuantos años? No se
un trago más
y ya no queda nada

Me empino el resto
y este trago - morir
se hace gotera
mezquina como tú
contra el oscuro
clamor de mi garganta

Un cascabel mareado
en mi cabeza
acuna la condena
de un mañana
y en ansiedad suicida
una rodaja
de limón fracasado
se despeña
al abismo vacío
de mi vaso- venganza

Borracho de desdén
puedo gritarte
ate al infierno mierda
se duerme el odio
la pena
inicia su jornada

QUEJA DEL EBRIO

Con paso tembloroso va esta vida,
aunque te parezca un F 16.
Velocidad de insecto, diminuta,
horizonte y dimensiones hormigueras..

Y más encima el mantel se nos acaba;
El trote desigual por los minutos
eran el paso de un caballo muerto.

Rindámonos mejor, esta es la hora,
sin sombra de dolor y sin escrúpulos;
qué más, si no nos queda combustible,
ya los bares bajaron las cortinas
y las botillerías de emergencia
se volvieron laberintos y candados.

Aquellos grandes hombres, se marcharon,
haciéndose letreros de ceniza,
y serán, por edades infinitas,
los bribones antiguos quienes manden.

Qué más le voy a hacer si tú no quieres...
aquí me arrumbo, amor, a deshacerme
en mi aliento de rata y de borracho.
Sigue adelante, porque se me quedó
la billetera olvidada en el infierno:
con el carné, las tarjetas y las llaves;

por lo demás este poste, esta cuneta,
me acomodan, se ajustan a mi vértigo;
Pero antes de irte en taxi hacia la nada
toma a mi angustia la última instantánea,
a estos ojos de amor, que nadie quiso.

EBRIEDAD DEL SEPARADO

Y te regalo,
las palabras,
aquellas poesías
de dulzura,
que mecieron mil amores,
siempre niños,
el aroma del trébol
y mis flores.

Te consigno, mujer,
esas mañanas,
apuradas contra el sol,
nuestras sonrisas;
el afán y tesón
de aquellos días
sazonados de bruma
y de gorriones.

Te obsequio, yunta mía,
mi pasión - desvarío
la lujuria,
esa primera
que tal vez ya no recuerdas,
aquella que no viste
y fue perdida;

esos poemas de amor
que hay en mis libros
los libros,
uno a uno,
el diccionario del cariño,
la guía telefónica
en tres tomos,
el almanaque
del olvido,
el diario.

Llévate fémina,
también,
los chorros y arabescos
de la fuente
que caen en monedas
y son agua,
razón por la cual
siempre has odiado.

Te doy por presente,
oh ambiciosa,
el mobiliario entero
de mis penas,
el horno sin calor
y la vajilla
los adornos de plata
y de silencio.

Para ti queda, Sibila,
el saldo entero
en la cuenta mítica
de ahorros,
las llaves de nuestra casa,
sus rincones,
mi respuesta callada
a tus agravios,
las moscas de indiferencia
cuentas antiguas,
presupuestos,
nuestros sueños todos.

Aquí tienes malvada
los abusos,
del moledor de papas,
y tus gritos
rebotando sin respuesta
en mis orejas,
la mudez indiferente,
de mi espalda,
la ropa nueva y vieja,
como tú,
mis calzoncillos.

Te dejo, carterista,
esos desvelos
por una vida mejor
y mi pijamas,
la queja ciega y ocupada
en el teléfono
y el cable de INTERNET
desconectado.

Falsaria,
lleva contigo también
la tele vieja
el álbum de tus logros
el video
mi florero trizado
en la esperanza
los anhelos
en bolsas de basura
y el andar erróneo
de mis zapatos viejos.

Bruja maldita
llévate
llévate todo,
el matamoscas,
el rollo y portarrollo,
hasta el cepillo de dientes
nada, nada me quedo,
te lo dejo
que teniendo la vida
y a tí lejos
lo demás, sin duda,
es un detalle.

CENTINELA

Recién después
del desbocado ritual
por la locura,
del tratar de alcanzar
el desenfreno;
tras el gemido exhausto,
casi muerte;
después del beso blando
y la caricia,
acomodando cuerpos
en dulzura,
del juego en tu cabello
y al oído,
te doblegó el sueño
entre mis brazos.
Y tu belleza inocente
se hizo estrella
que amedrentó todo intento
de caricia.
Recién al resplandor
de tu hermosura inerme,
centinela de amor,
fui de verdad
el rey del universo.

IRRUPCION

Te pasé al fin
las llaves de mi alma;
y te precipitaste en ella
como quien abre
un tarro de conservas.

NO MAS

No más almíbar,
no mas merengue.
Tan solo la recta del amargo
en el borde de la copa
la línea de sangre
y el silencio.
¡Para qué tapar la muerte
con dulce y mazapán?

MINUSVALIDO

En muñones de amor,
sobre muletas,
intento desandar
todo lo andado.

Con azorados pasos
infantiles,
busco descaminar
las enormes zancadas
de la vida;

para encontrar el extremo
de ese ovillo de amor,
desmadejado,
que un día abandonamos
y enredamos
a lo largo del viento
y del camino

UNA COPA DE ANIS

Una copa de anís, y una de menta
ambas sin terminar, medio vacías,
esparcen sus aromas por la sala,
que el frío del crepúsculo hace tibia.

Una silla, una mesa, y el silencio
son testigos que esquivan la mirada,
de un amor y una pena en desespero
que agotaron sus días de batalla,

de una mujer y un hombre que encarnaron
del amor y del odio los espectros;
cara y sello, monedas desiguales,
y aún así soldadas por el centro.

Canales de pasión que un día cantaban,
y a golpe de egoísmo y de quebranto
cegados están hoy hechos marisma,
en podre de miseria y desengaño;

su pentagrama en gris clave de polvo,
dejó un sollozo que se fue alejando
de unos brazos de ayer que no acarician,
enarbolando acusadoras manos.

De la vecina noche en los suburbios
reposa muerto el vértice amoroso
difunta flor, ya signo de cuaresma,
que compraba esperanza por sus ojos.

El incierto horizonte apenas brilla
en las últimas lágrimas de ocaso,
y el mudo surtidor de la palmera
interroga a las luces desde lo alto;

del marco en la ventana estremecida,
evaporando el llanto de las horas
velan el alma de un hogar deshecho,
desde la oscuridad, solo las copas.

LA COPLA AL AIRE

Me dirás : Te adoro amor!
Y te diré: Tengo hambre.
- Vida mía! Mi ilusión!
Responderé: Estoy herido.
- Pasión ardiente de mi ser!
- He fracasado.
- Amor! Amor, Amor!
- Estoy enfermo.
- Angel, ensalmo, madrugada!
- Tengo frío
- Te añoro!, Te deseo!
- Sufro cárcel.
-Te reclamo! Ven acá!
- Llega la muerte.
De esta vida y de ti
ya me despido.

Y concluye la copla
del amor al aire;
se despide la queja
del mendigo.
Bajo el pesado telón
de las palabras
murió el único amor
digno de haber vivido.
Siguió revoloteando
por el aire
la poesía vacía
sin sentido.

VALS

Y de pronto
desde un rincón inesperado
comienza a derramarse el vals,
de recuerdos tiernos y de encantos;
ese vals tan único, escogido,
nuestro primer baile de casados.
Se desgrana gota a gota y se introduce
buscando lágrimas y sueños en desgarro.
E irrumpe su cadencia como un tren
que atropella mi pobre corazòn de nàufrago.
A veinticuatro años de esa tarde
tu de perfecto blanco, yo gallardo,
bailando en la fiesta del anhelo
y hoy tan distantes y agraviados.
Y al brotar el raudal de las cadencias
en las que fuimos el amor girando
brotan desconsolados los sollozos
aùn almacenados desde siempre
para llorar y llorar por ese día
entonces tan alegre, hoy tan aciago;
recordando el baile de los novios
que despuès de tantos años,
colgaron la dicha en el perchero
y desde entonces nunca mas bailaron.

VIRTUAL

Si escuchas que al extremo de la bruma
caí herido de amores y de ausencias
lanzadas por dos ojos que no he visto,
y un declamar de llanto y esperanza
sábete que mi sangre se ha hecho verso
que vuela ansioso y ciego hacia unos labios
allá en el gesto inmóvil de tu imagen
que es casi un trozo de alma congelada.
Piensa que su olor nuevo fijó curso
al puerto de tus cantos y derrotas
allá sobre el arcón de los milagros
fluyendo hecho perfume que se escancia.
El espectro de tu alma se alzó lejos
y por lacear mi alma se hizo cuerda
que se trenza doliendo en mil lazadas
sin razones, no sé, no hagas preguntas
tu sabes como yo que está muy tensa
permíteme una vez tocar tu mano
calmar toda mi sed de tu mirada

LLUEVE

Llueve frío
tarde difusa y espera;
Solo, crucificado,
pienso en ella.
Relleno el vaso
y bebo
contra la helada y la pena,
pisco fuerte
que me estrella
de nuevo en la soledad,
al más hondo
regusto de la tristeza.
Y bebo licor
y lluvia de agua,
y de lágrimas,
las propias y las ajenas.
Solo me resta beber,
tarde difusa de espera;
llueve,
tan solo cambia
el nivel de la botella.

PUNTO FINAL

Leo un punto final en tu mirada
tu boca a la sonrisa se resiste
de fines del verano rosa fuiste
que tiene su corola deshojada

Murió entre nuestras almas la llamada
La luz en la mirada que tuviste
es sólo una ilusión y muere triste
mi mano de tu mano desatada

Con el pecho vacío y destrozado
de este día de penas, me maldigo
culpable del amor que se ha agotado

Sabiendo la justicia del castigo
ya de tu ser al fin deshabitado
extiendo mis dos manos y mendigo